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日本の国会の調査委員会は、東京電力福島第一原発事故は、人災で、避けようとすれば避けられたと、政府と規制機関の原子力委員会と東京電力の癒着が事故を招いた
El desastre de Fukushima "fue un error humano y pudo haberse evitado"
El informe de la comisión de investigación parlamentaria señala al Gobierno, los organismos reguladores y la empresa TEPCO, propietaria de la central nuclear, como responsables
"No se puede decir que no habría habido crisis sin el tsunami", afirma un miembro del panel
El desastre nuclear de Fukushima, el año pasado, fue provocado por "el ser humano" y pudo haberse evitado. Así de contundente lo asegura el informe realizado por la comisión de investigación creada a instancias del Parlamento de Japón en diciembre pasado y que ha sido hecho público este jueves. "El accidente de la central nuclear de Fukushima fue resultado de la connivencia entre el Gobierno, los reguladores y Tepco (Tokyo Electric Power, empresa propietaria de la planta), y la falta de gobernabilidad de dichas partes", señala el estudio de 641 páginas, en referencia al peor desastre atómico que ha vivido el mundo desde Chernóbil, en 1986. "Traicionaron de hecho el derecho de la nación a estar a salvo de accidentes atómicos. Por tanto, concluimos que fue causado claramente por el ser humano".
El informe va más allá y afirma algo que hasta ahora no había sido puesto claramente sobre la mesa: que no puede descartarse que la crisis fuera provocada por el terremoto de intensidad 9 en la escala Richter ocurrido el 11 de marzo y no solo por el consiguiente tsunami, como defiende Tepco. Esto podría tener serias implicaciones sobre los planes del Gobierno de volver a poner en marcha los reactores nucleares del país, la casi totalidad de los cuales se encuentran paralizados.
El panel de 10 expertos —que ha realizado más de 900 horas de entrevistas a más de 1.100 personas durante seis meses— pone en tela de juicio la respuesta de Tepco, los reguladores y el entonces primer ministro, Naoto Kan, quien dimitió el año pasado tras ser muy criticado por su gestión del desastre natural y la consiguiente crisis atómica.
Según el informe, los reguladores fueron reacios a adoptar normas de seguridad internacionales, que podrían haber ayudado a evitar lo ocurrido. Algunos de los reactores sufrieron fusiones y soltaron radiación a la atmósfera, lo que obligó a desplazar a decenas de miles de personas de sus hogares, muchas de las cuales nunca podrán regresar. "La comisión ha encontrado ignorancia y arrogancia, que son imperdonables en cualquier persona u organización que tiene que tratar con la energía nuclear. Hemos encontrado desprecio por las tendencias globales y por la seguridad de la gente", señala. El Gobierno afirma que la situación en la planta de Fukushima está estabilizada, pero que llevará décadas desmantelarla completamente.
El informe —el tercero que se realiza en Japón sobre el accidente— insiste en que la raíz del problema fue la existencia de "sistemas organizativos y regulatorios que apoyaron fundamentos incorrectos para las decisiones y acciones, más que problemas relacionados con la competencia de un individuo en concreto". También insiste en las numerosas oportunidades que se perdieron para tomar medidas que hubieran podido impedir la catástrofe, debido al cabildeo de la industria nuclear así como la creencia en el "mito de la seguridad" imperante en el sector. Japón, que carece de recursos naturales, ha promovido durante décadas la energía atómica como segura, barata y limpia, y las compañías nucleares han cacareado durante mucho tiempo sus amplias medidas de seguridad contra los terremotos.
La comisión investigadora asegura que, debido a "una supervisión inadecuada, las contramedidas aplicadas en Japón (tras desencadenarse la catástrofe) fueron casi infructuosas comparadas con las que se aplican en el extranjero, y como resultado las acciones sufrieron retrasos importantes".
El hallazgo de que los daños causados por el propio temblor de tierra pudieron jugar un papel clave contradice las conclusiones de Tepco. "En lo que respecta a la causa directa de la crisis, la comisión ha concluido que no se puede decir de forma definitiva que ninguno de los dispositivos que eran importantes para la seguridad resultaron dañados por el terremoto", en particular en el reactor número 1, afirma el informe. "No se puede decir que no habría habido crisis sin el tsunami", señala Katsuhiko Ishibashi, un sismólogo miembro del panel.
En un análisis propio, publicado anteriormente, Tepco se liberó de responsabilidad y dijo que el tamaño del terremoto y el tsunami fue mayor de lo que se podía esperar y no podían haber sido previstos de forma razonable, aunque admitió que, visto a posteriori, estaba insuficientemente preparada. La compañía, que tiene que hacer frente a cuantiosas compensaciones económicas, al coste de la limpieza y al desmantelamiento de la central, fue nacionalizada de hecho el mes pasado y recibió una inyección de fondos públicos de un billón de yenes (10.040 millones de euros).
Un grupo independiente de académicos y periodistas señalaron en otro informe en febrero pasado que Tepco podía y debía haber hecho más. También dijo que si la empresa hubiese hecho lo que quería, habría evacuado a su personal de la central y la catástrofe podría haberse ido completamente de las manos.
El panel de expertos creado por el Parlamento afirma, sin embargo, que no ha encontrado evidencias de que Tepco pensara abandonar la planta a su suerte, acusación que también ha sido hecha por Naoto Kan.
Aunque muchos científicos y activistas han cuestionado el discurso dominante de que el tsunami dañó los sistemas de refrigeración, el Gobierno y Tepco han sido reacios a admitir que los reactores pudieron resultar seriamente dañados por el seísmo.
La publicación del informe coincide con el arranque el domingo pasado de la unidad 3 de la central nuclear de Oi, que ha comenzado este jueves a generar electricidad. Una segunda unidad, la número 4, volverá a operar antes de que acabe el mes.
Japón ha estado funcionando sin energía atómica desde principios de mayo, cuando el último de sus 50 reactores operativos fue detenido. Tras el accidente en Fukushima, todas las plantas fueron desconectadas gradualmente para mantenimiento o controles de seguridad. Las puestas en funcionamiento fueron suspendidas hasta que el pasado 16 de junio, el primer ministro, Yoshihiko Noda, dio luz verde al arranque de dos reactores en Oi, que, según el Gobierno, han pasado estrictas pruebas de seguridad. El objetivo es evitar los apagones cuando Japón entra con el verano en los meses de mayor demanda eléctrica.
Japón, que hasta el accidente obtenía un tercio de su electricidad de la energía nuclear, se encuentra en una de las zonas de mayor actividad sísmica del mundo. Desde el desastre, la opinión pública ha comenzado a oponerse a este tipo de energía y ha criticado la vulnerabilidad de las instalaciones, especialmente aquellas que se encuentran cerca de fallas sísmicas, como es el caso, según algunos expertos, de Oi.
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El informe va más allá y afirma algo que hasta ahora no había sido puesto claramente sobre la mesa: que no puede descartarse que la crisis fuera provocada por el terremoto de intensidad 9 en la escala Richter ocurrido el 11 de marzo y no solo por el consiguiente tsunami, como defiende Tepco. Esto podría tener serias implicaciones sobre los planes del Gobierno de volver a poner en marcha los reactores nucleares del país, la casi totalidad de los cuales se encuentran paralizados.
El panel de 10 expertos —que ha realizado más de 900 horas de entrevistas a más de 1.100 personas durante seis meses— pone en tela de juicio la respuesta de Tepco, los reguladores y el entonces primer ministro, Naoto Kan, quien dimitió el año pasado tras ser muy criticado por su gestión del desastre natural y la consiguiente crisis atómica.
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El informe —el tercero que se realiza en Japón sobre el accidente— insiste en que la raíz del problema fue la existencia de "sistemas organizativos y regulatorios que apoyaron fundamentos incorrectos para las decisiones y acciones, más que problemas relacionados con la competencia de un individuo en concreto". También insiste en las numerosas oportunidades que se perdieron para tomar medidas que hubieran podido impedir la catástrofe, debido al cabildeo de la industria nuclear así como la creencia en el "mito de la seguridad" imperante en el sector. Japón, que carece de recursos naturales, ha promovido durante décadas la energía atómica como segura, barata y limpia, y las compañías nucleares han cacareado durante mucho tiempo sus amplias medidas de seguridad contra los terremotos.
La comisión investigadora asegura que, debido a "una supervisión inadecuada, las contramedidas aplicadas en Japón (tras desencadenarse la catástrofe) fueron casi infructuosas comparadas con las que se aplican en el extranjero, y como resultado las acciones sufrieron retrasos importantes".
El hallazgo de que los daños causados por el propio temblor de tierra pudieron jugar un papel clave contradice las conclusiones de Tepco. "En lo que respecta a la causa directa de la crisis, la comisión ha concluido que no se puede decir de forma definitiva que ninguno de los dispositivos que eran importantes para la seguridad resultaron dañados por el terremoto", en particular en el reactor número 1, afirma el informe. "No se puede decir que no habría habido crisis sin el tsunami", señala Katsuhiko Ishibashi, un sismólogo miembro del panel.
En un análisis propio, publicado anteriormente, Tepco se liberó de responsabilidad y dijo que el tamaño del terremoto y el tsunami fue mayor de lo que se podía esperar y no podían haber sido previstos de forma razonable, aunque admitió que, visto a posteriori, estaba insuficientemente preparada. La compañía, que tiene que hacer frente a cuantiosas compensaciones económicas, al coste de la limpieza y al desmantelamiento de la central, fue nacionalizada de hecho el mes pasado y recibió una inyección de fondos públicos de un billón de yenes (10.040 millones de euros).
Un grupo independiente de académicos y periodistas señalaron en otro informe en febrero pasado que Tepco podía y debía haber hecho más. También dijo que si la empresa hubiese hecho lo que quería, habría evacuado a su personal de la central y la catástrofe podría haberse ido completamente de las manos.
El panel de expertos creado por el Parlamento afirma, sin embargo, que no ha encontrado evidencias de que Tepco pensara abandonar la planta a su suerte, acusación que también ha sido hecha por Naoto Kan.
Aunque muchos científicos y activistas han cuestionado el discurso dominante de que el tsunami dañó los sistemas de refrigeración, el Gobierno y Tepco han sido reacios a admitir que los reactores pudieron resultar seriamente dañados por el seísmo.
La publicación del informe coincide con el arranque el domingo pasado de la unidad 3 de la central nuclear de Oi, que ha comenzado este jueves a generar electricidad. Una segunda unidad, la número 4, volverá a operar antes de que acabe el mes.
Japón ha estado funcionando sin energía atómica desde principios de mayo, cuando el último de sus 50 reactores operativos fue detenido. Tras el accidente en Fukushima, todas las plantas fueron desconectadas gradualmente para mantenimiento o controles de seguridad. Las puestas en funcionamiento fueron suspendidas hasta que el pasado 16 de junio, el primer ministro, Yoshihiko Noda, dio luz verde al arranque de dos reactores en Oi, que, según el Gobierno, han pasado estrictas pruebas de seguridad. El objetivo es evitar los apagones cuando Japón entra con el verano en los meses de mayor demanda eléctrica.
Japón, que hasta el accidente obtenía un tercio de su electricidad de la energía nuclear, se encuentra en una de las zonas de mayor actividad sísmica del mundo. Desde el desastre, la opinión pública ha comenzado a oponerse a este tipo de energía y ha criticado la vulnerabilidad de las instalaciones, especialmente aquellas que se encuentran cerca de fallas sísmicas, como es el caso, según algunos expertos, de Oi.
The Fukushima disaster "was a human error could have been avoided"
The report of the parliamentary investigation committee said the Government, regulators and the company TEPCO, which owns the nuclear plant, as responsible
"No one can say that there would be no crisis without the tsunami," said one panel member
SPECIAL Fukushima, a year later
PHOTO GALLERY The scenes of the tragedy then and now
Life & Arts: Self-criticism atomic
Jose Reinoso Beijing 5 JUL 2012 - 14:11 CET
The report of the parliamentary investigation committee said the Government, regulators and the company TEPCO, which owns the nuclear plant, as responsible
"No one can say that there would be no crisis without the tsunami," said one panel member
SPECIAL Fukushima, a year later
PHOTO GALLERY The scenes of the tragedy then and now
Life & Arts: Self-criticism atomic
Jose Reinoso Beijing 5 JUL 2012 - 14:11 CET
Fukushima nuclear disaster last year was caused by "man" and could have been avoided. Such confidence assures the report by the commission of inquiry established at the request of the Parliament of Japan last December and has been made public Thursday. "The accident at the Fukushima nuclear power was the result of collusion between government, regulators and TEPCO (Tokyo Electric Power, which owns the facility), and lack of governance of these parties," the study of 641 pages , referring to the worst nuclear disaster the world has lived since Chernobyl in 1986. "In fact betrayed the nation's right to be safe from atomic accidents. Therefore, we conclude that was clearly caused by humans".
The report goes further and says something that has not been clearly put on the table can not be ruled out that the crisis caused by the earthquake measuring 9 on the Richter scale occurred on 11 March and not only because of the consequent tsunami, as advocated by Tepco. This could have serious implications on the Government's plans to re-launch the country's nuclear reactors, almost all of whom are paralyzed.
The panel of 10 experts, who has performed over 900 hours of interviews with more than 1,100 people for six months, puts into question the response of Tepco, regulators and the then Prime Minister Naoto Kan, who resigned last year after being widely criticized for his handling of the disaster and subsequent nuclear crisis.
more informationJapan reactivate two reactors and put an end to nuclear blackoutU.S. detected radioactive cesium in bluefin tuna from JapanThe health risks of population Fukushima radiation are minimalJapan is the first time since 1970 without nuclearThe situation of the Fukushima nuclear power is worse than thoughtJourney to the heart of the disaster a year later
According to the report, regulators were reluctant to adopt international safety standards, which could have helped prevent what happened. Some of the reactors were mergers and released radiation into the atmosphere, forcing them to displace tens of thousands of people from their homes, many of which can never return. "The commission has found ignorance and arrogance, which are unpardonable in any person or organization has to deal with nuclear energy. We found contempt for global trends and the safety of the people," he says. The government says the situation in the Fukushima plant is stabilized, but that will take decades to dismantle it completely.
The report-the third to be held in Japan on the accident, insists that the root problem was the existence of "organizational and regulatory systems that supported foundations for incorrect decisions and actions, rather than problems with the competence of an individual in concrete. " It also stresses the many lost opportunities to take action that could have prevented the disaster, due to lobbying by the nuclear industry and the belief in the "myth of security" prevailing in the sector. Japan, which lacks natural resources for decades has promoted nuclear power as safe, cheap and clean, and nuclear companies have long touted their extensive safety measures against earthquakes.
The investigative committee said that because of "inadequate supervision, countermeasures applied in Japan (after the catastrophe triggered) were almost fruitless compared with those applied abroad, and as a result the shares suffered major delays."
The finding that the damage caused by the earthquake itself could play a key role contradicts the findings of TEPCO. "With respect to the direct cause of the crisis, the commission has concluded that no one can say definitively that none of the devices that were important to safety were damaged by the earthquake," particularly in the reactor number 1 says the report. "No one can say that there would be no crisis without the tsunami," said Katsuhiko Ishibashi, a seismologist panel member.
In a self-analysis, published elsewhere, Tepco was released from responsibility and said the size of the earthquake and tsunami was greater than could be expected and could not have reasonably been expected, but admitted that, viewed retrospectively, was insufficiently prepared. The company, which has to face substantial financial compensation, the cost of cleaning and dismantling of the plant was nationalized in fact last month and received an injection of public funds of one trillion yen (10,040 million) .
An independent group of academics and journalists noted in another report last February that Tepco could and should have done more. He said if the company had done what he wanted, he would have evacuated their staff from the central and the catastrophe could have been completely out of hand.
The expert panel set up by Parliament asserts, however, found no evidence that leaving the plant Tepco think to themselves, an accusation that has also been made by Naoto Kan.
Although many scientists and activists have challenged the dominant discourse of the tsunami damaged cooling systems, government and TEPCO have been reluctant to admit that the reactors could be seriously damaged by the earthquake.
The report's publication coincides with the start on Sunday of the unit 3 Oi nuclear plant, which started on Thursday to generate electricity. A second unit, number 4, will operate before the end of the month.
Japan has been running nuclear power since early May, when the last of its 50 operating reactors was arrested. After the accident in Fukushima, all plants were gradually switched off for maintenance or safety checks. The put into operation was suspended until June 16, Prime Minister, Yoshihiko Noda, gave the green light to start two reactors at Oi, which, according to the Government, have passed stringent safety tests. The aim is to avoid blackouts when Japan entered the summer months of high electricity demand.
Japan, which until the accident got a third of its electricity from nuclear energy is one of the most seismically active areas of the world. Since the disaster, public opinion has begun to oppose this kind of energy and has criticized the vulnerability of installations, especially those located near fault lines, as is the case, according to some experts, Oi.
The report goes further and says something that has not been clearly put on the table can not be ruled out that the crisis caused by the earthquake measuring 9 on the Richter scale occurred on 11 March and not only because of the consequent tsunami, as advocated by Tepco. This could have serious implications on the Government's plans to re-launch the country's nuclear reactors, almost all of whom are paralyzed.
The panel of 10 experts, who has performed over 900 hours of interviews with more than 1,100 people for six months, puts into question the response of Tepco, regulators and the then Prime Minister Naoto Kan, who resigned last year after being widely criticized for his handling of the disaster and subsequent nuclear crisis.
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According to the report, regulators were reluctant to adopt international safety standards, which could have helped prevent what happened. Some of the reactors were mergers and released radiation into the atmosphere, forcing them to displace tens of thousands of people from their homes, many of which can never return. "The commission has found ignorance and arrogance, which are unpardonable in any person or organization has to deal with nuclear energy. We found contempt for global trends and the safety of the people," he says. The government says the situation in the Fukushima plant is stabilized, but that will take decades to dismantle it completely.
The report-the third to be held in Japan on the accident, insists that the root problem was the existence of "organizational and regulatory systems that supported foundations for incorrect decisions and actions, rather than problems with the competence of an individual in concrete. " It also stresses the many lost opportunities to take action that could have prevented the disaster, due to lobbying by the nuclear industry and the belief in the "myth of security" prevailing in the sector. Japan, which lacks natural resources for decades has promoted nuclear power as safe, cheap and clean, and nuclear companies have long touted their extensive safety measures against earthquakes.
The investigative committee said that because of "inadequate supervision, countermeasures applied in Japan (after the catastrophe triggered) were almost fruitless compared with those applied abroad, and as a result the shares suffered major delays."
The finding that the damage caused by the earthquake itself could play a key role contradicts the findings of TEPCO. "With respect to the direct cause of the crisis, the commission has concluded that no one can say definitively that none of the devices that were important to safety were damaged by the earthquake," particularly in the reactor number 1 says the report. "No one can say that there would be no crisis without the tsunami," said Katsuhiko Ishibashi, a seismologist panel member.
In a self-analysis, published elsewhere, Tepco was released from responsibility and said the size of the earthquake and tsunami was greater than could be expected and could not have reasonably been expected, but admitted that, viewed retrospectively, was insufficiently prepared. The company, which has to face substantial financial compensation, the cost of cleaning and dismantling of the plant was nationalized in fact last month and received an injection of public funds of one trillion yen (10,040 million) .
An independent group of academics and journalists noted in another report last February that Tepco could and should have done more. He said if the company had done what he wanted, he would have evacuated their staff from the central and the catastrophe could have been completely out of hand.
The expert panel set up by Parliament asserts, however, found no evidence that leaving the plant Tepco think to themselves, an accusation that has also been made by Naoto Kan.
Although many scientists and activists have challenged the dominant discourse of the tsunami damaged cooling systems, government and TEPCO have been reluctant to admit that the reactors could be seriously damaged by the earthquake.
The report's publication coincides with the start on Sunday of the unit 3 Oi nuclear plant, which started on Thursday to generate electricity. A second unit, number 4, will operate before the end of the month.
Japan has been running nuclear power since early May, when the last of its 50 operating reactors was arrested. After the accident in Fukushima, all plants were gradually switched off for maintenance or safety checks. The put into operation was suspended until June 16, Prime Minister, Yoshihiko Noda, gave the green light to start two reactors at Oi, which, according to the Government, have passed stringent safety tests. The aim is to avoid blackouts when Japan entered the summer months of high electricity demand.
Japan, which until the accident got a third of its electricity from nuclear energy is one of the most seismically active areas of the world. Since the disaster, public opinion has begun to oppose this kind of energy and has criticized the vulnerability of installations, especially those located near fault lines, as is the case, according to some experts, Oi.
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