2015年10月28日水曜日

Auto del juez sobre el "Caso Volkswagen"

EL PAIS > CASO VOLKSWAGEN

Auto del juez sobre el "Caso Volkswagen"



 http://ep00.epimg.net/descargables/2015/10/28/bea1f3373f547ad7951cd936b470613b.pdf


JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCION Nº 2 
AUDIENCIA NACIONAL
MADRID
DILIGENCIAS PREVIAS  91/2015-C
AUTO
En Madrid a veintiocho de Octubre de dos mil quince
.
 ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.-
Las   presentes   actuaciones,   se   incoaron   el   pasado   29
   de
Septiembre  del  año  en  curso,  en  virtud  de  asignació
n  por  reparto  de  querella
presentada por la Procuradora Dª María Isabel Salam
anca Álvaro en nombre y
representación  del  SINDICATO  COLECTIVO  DE  FUNCIONAR
IOS  PÚBLICOS
MANOS  LIMPIAS,  contra  VOLKSWAGEN  AUDI  ESPAÑA  S.A.,
contra  su
Presidente  D.  James  Morys  Muir,  contra  VOLKSWAGEN  N
AVARRA  S.A.,  D.
Ulbrich Thomas, contra SEAT S.A. y su Presidente, D
. Francisco Javier García
Sanz,  así  como  las  personas  que  a  lo  largo  de  la  in
strucción  resultaren
responsables, por la presunta comisión de los delit
os contra los consumidores,
establecido  en  el  art.  278  y  ss  del  C.P.,  Estafa  de
  los  art.  248  y  ss  del  C.P,
contra  el  Medio  Ambiente  art.  325  y  ss  del  C.P,  Fal
sificación  Documental  arts.
392 y 395 del C.P., Fraude art. 436 del C.P y contr
a la Hacienda Pública del art.
305 del repetido Código.
SEGUNDO.-
  En  el  auto  de  fecha  30  de  Septiembre  anterior,  inc
oatorio  de  las
presentes  diligencias,  se  acordó  conferir  traslado
de  la  indicada  querella  al
Ministerio Fiscal para informe sobre competencia ob
jetiva de este Juzgado para
conocer de los hechos a que la misma se refiere y,
en su caso, instar la práctica
de las diligencias de investigación que estimara co
nvenientes.
TERCERO.-
Con  posterioridad  a  la  querella  indicada en  el  ante
cedente fáctico
primero  de  esta  resolución,  se  han  presentado  quere
llas  por  parte  de  la
Procuradora   Dª.   Fuencisla   Martínez   Minguez,   en   repr
esentación   de   la
ASOCIACION   INTERNACIONAL   ANTIFRAUDE   PARA   LA   DEFENSA
   DE
AFECTADOS  POR  MOTORES  VOLKSWAGEN  Y  OTROS,  por  delit
os  de
Estafa,  Publicidad  engañosa,  contra  la  Hacienda  Púb
lica,  Falsedad  y  contra  el
Medio   Ambiente   contra   GRUPO   VOLKSWAGEN,   VOLKSWAGEN
AUDI
ESPAÑA  S.A.  y  SEAT  S.A.,  por  parte  de  Dª.  Isabel  Sá
nchez  Ridao  en
representación    de    D.    LEOPOLDO    MASCARELL    SANCHIS    y    d
e    la
ASOCIACION  DE  PERJUDICADOS  POR  ENTIDADES  FINANCIERA
S,  por
delitos  de  Estafa,  contra  el  Medio  Ambiente y  de  Pu
blicidad fraudulenta  contra
VOLKSWAGEN  AG,  VOLKSWAGEN  AUDI  ESPAÑA  S.A.  y  SEAT  S
.A  y  todas
aquellas  personas  que  en  el  momento  de  los  hechos  f
ormaban  parte  de  los
órganos de administración de las citadas mercantile
s.
CUARTO.-
En  fecha  8  del  mes  en  curso,  ha  tenido  entrada  en  e
ste  Juzgado
Central,   denuncia   de   Dª.   Carmen   Flores   López   en   rep
resentación   de   la
ASOCIACION  EL  DEFENSOR  DEL  PACIENTE, por  delito  con
tra  los  Recursos
naturales   y   el   Medio   Ambiente   atribuidos   a   GRUPO   VO
LKSWAGEN   ,
VOLKSWAGEN AUDI ESPAÑA S.A. y D. Martin Winterkorn

QUINTO.-
  El  Ministerio  Fiscal,  en  informe  de  fecha  15  de  lo
s  corrientes,
presentado  a  registro  al  día  20  siguiente,  evacuand
o  el  trámite  conferido  en
resolución de 30 de Septiembre , manifiesta lo sigu
iente:

Que procede asumir la competencia para el conocimie
nto de los hechos atendiendo a
lo  dispuesto  en  el  artículo  65-  Le)  de  la  Ley  Orgán
ica  del  Poder  Judicial  por  tratarse
presuntamente de un delito de defraudación que pued
e producir perjuicio patrimonial en
una generalidad de personas en el territorio de más
 de una Audiencia, sin perjuicio de la
concurrencia  de  elementos  típicos  de  otras  conducta
s  punibles  conexas  con  la
anterior y que analizaremos a posteriori.
PRIMERO.-
Efectivamente,  la  presente  causa  se  inicia  tras  sen
das  querellas  interpuestas  por  la
representación  del  Sindicato  Colectivo  de  Funcionar
ios  Públicos  Manos  Limpias  y  de
la  Asociación  Internacional  Antifraude  para  la  Defe
nsa  de  Afectados  por  Motores
Volkswagen  y  Otros  en  las  que,  recogiendo  las  notic
ias  últimamente  publicadas  en
prensa,  ponen  de  manifiesto  el  presunto  trucaje efe
ctuado  por  el  "Grupo  Volkswagen"
de determinados motores diesel de 4 cilindros (2.0
TDI).
La  manipulación  parece  consistir  en  la  instalación
de  un  programa  informático  que
detecta cuándo el vehículo se encuentra en un banco
 de pruebas al objeto de reducir
sus  emisiones  contaminantes  dentro  de  los  parámetro
s  exigidos  por  la  normativa
medioambiental.
La  explicación  a  dicha  manipulación  radica  en  que  p
ara  lograr  un  menor  consumo  de
combustible es necesario obtener la mayor eficienci
a energética del mismo, para lo cual
se ha de someter a altas temperaturas; ello genera,
 sin embargo, la emisión de gases
altamente  contaminantes  (óxido  de  nitrógeno).  El  re
to  técnico  que  se  plantea  es  el  de
lograr  fabricar  un  motor  que  consuma  poco  y manteng
a una gran potencia pero que a
su vez no desprenda gases por encima de los límites
 legales marcados.
Supuestamente,  para resolver  el  problema,  el  fabric
ante  introdujo  un  software  capaz
de  detectar  cuándo  el  vehículo  estaba  siendo  testad
o  para  comprobar  sus  emisiones
contaminantes  de  manera  que  en  ese  momento  tuviera
un  funcionamiento  menos
eficiente (con mayor consumo de combustible) y, por
 tanto, menos contaminante.
El grupo Volkswagen ha emitido varios comunicados d
e prensa en los que reconoce los
hechos y la adopción de medidas inmediatas para dar
 solución al problema.
SEGUNDO..-
En  cuanto  a  la  atribución  competencial  por  la  vía  d
e  la  causación  de  un  perjuicio
patrimonial a una generalidad de personas en el ámb
ito de más de una Audiencia es de
destacar cómo el Tribunal Supremo (vide por ejemplo
 auto de 22-4-99) viene señalando
que el término "defraudación" ha de interpretarse e
n sentido  material,  es  decir  como
aquéllas conductas tipificadas de engaño, fraude o
abuso de derecho que causan un
daño  patrimonial. Respecto a  la "generalidad de per
sonas" también el  Alto  Tribunal ha
entendido (vide autos de 15-7-1987, 11-4-1988, 27-9
-1990, 25 y 26-3-1996 ó 16-4-1999)
que  concurre  tal  circunstancia  cuando  exista  un  plu
ralidad  importante  de  sujetos
pasivos que se hallen dispersos en el territorio de
 varias Audiencias.
Si  bien,  dicha  expresión  ha  de  entenderse  no  sólo  c
uantitativamente,  sino  también
desde un punto de vista finalístico "en función de
la posibilidad de instrucción, valorado
la trascendencia económica, así como la necesidad d
e una jurisdicción centralizada.
En   el   presente   supuesto,   los   hechos   anteriormente   d
escritos,   de   ser   ciertos,
determinarían    que    los    vehículos    afectados,    en    condi
ciones    normales    de
funcionamiento,  están  emitiendo  gases  contaminantes
  muy  por  encima  de  los  límites
permitidos  (podrían  superar  en  40  veces  dicho  máxim
o),  lo  que  les  inhabilitaría  para
circular,  con  el  consiguiente  perjuicio  para  su  tit
ular.  Por  otro  lado,  las  emisiones
lanzadas hasta ahora podrían haber causado daños su
stanciales a la calidad del aire.
Teniendo      en    cuenta    que      el    uso      de    motores
    con    baja    afectación
medioambiental  es  objeto  de  subvención  pública  para
  su  fomento,  el  engaño
también podría haber supuesto un desembolso injusti
ficado del Erario Público.

En definitiva, en este estadio de la actuaciones, p
odemos concluir que nos encontramos
ante una defraudación que causa perjuicio a una gen
eralidad de personas en el ámbito
territorial de más de una Audiencia, previsto y pen
ado en los artículos 248-1, 248-2-b),
249  y  282  del  Código  penal  lo  que  justifica  la  comp
etencia  de  la  Audiencia  Nacional
para  su  conocimiento,  así  como  de  los  ilícitos  pena
les  de  fraude  de  subvenciones  del
artículo 308 del Código penal y delito contra el  me
dio ambiente de los  artículos  325 y
siguientes del Código penal, conexos con el anterio
r.
TERCERO.-
Que interesa que se practiquen las siguientes dilig
encias:
•   Recábese del Ministerio de Industria, Energía y
 Turismo:
1.
    la   totalidad   de   la   información   que   haya   podido   reu
nir   hasta   el   momento
acerca    de    los    hechos,    con    inclusión    del      dic
tamen    de      la    Agencia
Medioambiental estadounidense (EPA).
2.
   informe  acerca  de  periciales  que  en  su  caso  se  hay
an  efectuado  en
corroboración del dictamen de la EPA
3.
    informes   que   haya   recibido   sobre   la   materia   del   Gr
upo   Volkswagen         y
entidades involucradas.
Para  el  caso  de  que  el  citado  informe  de  la  Agencia
  Medioambiental  de  EEUU  no  se
encuentra  a  disposición  de  las  Autoridades  española
s,  recábese  su  aportación  a  la
causa  por  medio  de  los  instrumentos  pertinentes de
cooperación internacional suscritos
entre España y EUA.
•   Recábese del Grupo Volkswagen:
1.    la totalidad de los comunicados oficiales emitid
os acerca de este asunto
2.
    la   relación   de   vehículos   afectados   vendidos   en   Esp
aña   (a   ser   posible   en
formato Excell)
3.
    el   organigrama   del   Grupo   en   España   con   especificac
ión   de   funciones
vinculadas    a    los    hechos    y    determinación    del    persona
l    responsable    del
mismo.
4.
    la   identificación   de   la   empresa   a   la   que   se   encarg
ó   la   fabricación   del
software.
5.
    informe    acerca    de    la    instalación    del    citado    progra
ma    informático,    con
especificación    del    Departamento    encargado    de    ello    e
n    España,    en    su
caso

6.
    informe      acerca   de      las   medidas   adoptadas   para   la
   subsanación   del
perjuicio causado.
Recábense     del     Ministerio     de     Medio     Agricultura,     Alim
entación     y     Medio
Ambiente    los    dictámenes    periciales    que    en    su    caso    s
e    hayan    realizado
sobre    los    vehículos    manipulados    al    objeto    de    determ
inar    su    grado    de
emisiones nocivas
.
Toda   vez   que   nos   encontramos   ante   un   supuesto   en   el
   que   se   evidencia   la
posible    responsabilidad    penal    de    una    persona    jurídi
ca,    practíquense    las
siguientes actuaciones:
1.
    Al   amparo   de   lo   dispuesto   en   el   artículo   119   en   re
lación   con   el   artículo
118-5     de     la    Ley     de     Enjuiciamiento     Criminal,     notifíq
uese     al    Grupo
Volkswagen     la     iniciación     de     este     procedimiento     pena
l,     con     requerimiento
para   la   designación   de   una   persona   que   la   represent
e,   así   como   Abogado
y Procurador
2.
    De   conformidad   con   lo   estipulado   en   el   artículo   77
5   de   la   Ley   de
Enjuiciamiento      Criminal,      convóquese      a      la   person
a      designada   a      la
comparecencia   referida      en      dicho      precepto      a      fin
      de      transmitirle      la
información a que tiene derecho.
3.
    Al   objeto   de   comprobar   si   concurre   o   no   la   circuns
tancia   eximente   de   la
responsabilidad    penal    de    las    personas    jurídicas    pre
vista    en    el    artículo    31
bis    2    del    Código    penal,    recábese    del    grupo    Volkswag
en    informe    relativo
a   las   medidas   de   control   y   supervisión   que,   en   su   c
aso,      hubieran
adoptado      con    anterioridad    a    la    comisión    de  
  los    hechos    para    su
prevención
Una  vez  se  reciba  el  listado  completo  de  los  vehícu
los  afectados,  recábese  del
Ministerio  de  Industria,  Energía  y  Turismo  informe
relativo  al  montante  de  las  ayudas
públicas concedidas para su adquisición.”
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.-
Con carácter previo ha de señalarse que, conforme v
iene reiterando
la Jurisprudencia, presentada una querella –o denun
cia, en su caso-, se impone
al  órgano  jurisdiccional  ante todo  el  análisis de  s
u propia  competencia,  de  si  la
misma  se  ajusta  a  los  requisitos  formales  del  art.
277  y  concordantes  de  la
L.E.Cr. y de si tal querella o denuncia presenta lo
 que ha sido denominado por la
técnica procesal penal "fundabilidad" en grado sufi
ciente conforme al art. 313 de
la referida Ley Rituaria, toda vez que dispone esta
 última que el órgano judicial
"desestimará de la misma forma la querella cuando l
os hechos en que se funde
no constituyan delito...".
Es  de  señalar  al  efecto  que  como  tiene  declarado  el
  Tribunal  Supremo  “La
competencia  objetiva  se  atribuye  legalmente  al  Trib
unal  que  debe  conocer  de
un proceso en función de la naturaleza de la infrac
ción penal, que es objeto de
acusación   y   de   la   pena   que   pudiera   corresponderle.
Esta   competencia
determina  el  Juez  predeterminado  por  la  Ley  para  el
  enjuiciamiento  de  unos
concretos hechos delictivos

La atribución de la competencia para la instrucción
a los Juzgados Centrales y
para el enjuiciamiento a la Sala de lo Penal de la
Audiencia Nacional se
establece legalmente en función de la naturaleza de
determinados tipos
delictivos, por medio de un listado de concretos de
litos, entre los que se
incluyen, además de los cometidos fuera del territo
rio nacional, los enumerados
en el art. 65.1 LOPJ”.
Entre otras muchas, señala la Sentencia del TS de 2
-11-2007, nº
877/2007, (rec. 10456/2007. Pte: Berdugo y Gómez de
la Torre, Juan Ramón)
que:
“En efecto hemos de partir de que invariabilidad d
e la competencia penal es un
principio fundamental de nuestro ordenamiento y el
art. 14 LECrim., establece
con carácter general las bases determinantes de la
misma.
Por ello el sistema orgánico procesal de atribuir l
a competencia de
determinados hechos delictivos a tribunales distint
os de aquellos a los que en
principio son llamados a conocer de los mismos, ha
de ser interpretado
restrictivamente porque los principios generales de
competencia tienen, como
indica la propia expresión, una proyección de gener
alidad que solo cede cuando
la Ley establece de manera expresa lo contrario (au
tos TS. 26.12.94 y 25.1.95
)”.
“Consecuentemente la concurrencia de los presupuest
os competenciales de la
Audiencia Nacional”.....“tienen que aparecer suficien
temente acreditados al
menos a los efectos provisionales de la determinaci
ón inicial de la competencia,
para que se altere el criterio establecido en la LE
Crim. que es ,a estos efectos,
norma preferente, lo que significa privar de justif
icación a apresurados
comportamientos jurisdiccionales que presentan sign
os de inoportunidad en el
desplazamiento competencial acordados en una fase i
nicial de investigación
que, por razones de inmediación, ofrece más y mayor
es posibilidades de éxito
en la averiguación de la realidad de los hechos y e
n la identificación de las
personas responsables, pues no aparece acreditada d
e modo indubitado, claro
o patente la excepción, sería la jurisdicción común
la que debe prevalecer lo
que no quita -dice el ATS. 8.2.2003 - que en los ni
veles iniciales de instrucción
las circunstancias o puntos de conexión definidores
de la competencia, todavía
aparezcan simplemente apuntados o con carácter indi
ciario o probable.
“El principio de territorialidad proclamado por el
art. 14 LECrim. consagra como
fuero preferente el del lugar de la comisión de los
hechos "forum delicti conmisi".
La conexidad, prevista en el art. 17.2, 3, 5 y 18 d
e la citada Ley que debe
desplegar sus correspondientes efectos, completan e
l panorama general de los
criterios atributivos de competencia jurisdiccional
”.
Así pues, la efectividad preferente de estos princi
pios de territorialidad y
conexidad, deben otorgar carácter excepcional a la
atribución de la competencia
a la Audiencia Nacional”.
Conforme señala el TS en la S 10-6-2008, nº 335/2
008, (rec. 10643/2007. Pte:
Berdugo y Gómez de la Torre, Juan Ramón):
“Los principios de territorialidad proclamados por
el art. 14.2 LECrim. y
conexidad (arts. 17 y 18 LECrim.) son criterios gen
erales y básicos para la
atribución de los asuntos penales y cualquier alter
ación de los mismos debe
efectuarse de forma restrictiva (autos TS. 10.7.89,
10.11.89, 2.12.94, 22.12.94 y
24.5.97). Es de destacar el Auto TS. 18.11.89, en e
l que se manifiesta

 "La  no  exclusividad  de  atribución  competencial  por
la  afectación  a  varios
espacios  territoriales  distintos,  pues  la  existenci
a  de  una  competencia  unitaria
parece  establecida  con  carácter  general  en  el  art.
17.5  LECrim.  Y  en  el
siguiente art. 18 LECrim. se establecen los criteri
os para conocer de los delitos
conexos".  Este  principio  de  conexidad  podrá  resolve
r  los  problemas  que  se
ocasionan para determinar el órgano llamado a conoc
er, cuando los efectos del
hecho delictivo u otros hechos delictivos de análog
a significación cometidos por
los  mismos  sujetos  activos,  se  hayan  manifestado  en
  distintos  territorios,  sin
que se haga necesario acudir a la atribución del co
nocimiento de los hechos a
la  Audiencia  Nacional,  al  conseguirse  de  este  modo
la  unificación  de  las
investigaciones y del enjuiciamiento”.
SEGUNDO
.-  La  competencia  de  la  Audiencia  Nacional,  órgano
jurisdiccional
predeterminado  por  la  Ley  (S.T.C.  199/87  de  26  de  d
iciembre  y  S.T.E.D.
Humanos de 5-12-88) es de carácter especial por raz
ón de la materia delictiva,
viniendo determinada en el art. 65 de la L.O.P.J. y
 en la Disposición Transitoria
de   la   L.O.   25-5-88   (esta   última   disposición   para   la
   delincuencia   de   los
integrantes  en  organizaciones  terroristas).-  La  Exp
osición  de  Motivos  del  R.D.
Ley de 1/77, de 4 de enero, por el que se creó la A
udiencia Nacional, justificaba
la  creación  del  mencionado  órgano  jurisdiccional  en
  atención  a  la  aparición  de
una nueva y compleja delincuencia, fruto de las con
diciones de la vida moderna.
Las   reglas   que   determinan   la   competencia   de   la   Audi
encia   Nacional,
establecen, en general, excepciones a los principio
s generales de atribución de
competencias  basados  en  los  principios  de  territori
alidad  y  de  conexidad,
criterios  básicos  y  preferentes  en  la  atribución  de
  competencias  en  materia
penal (art. 14 núm. 2 y arts. 17 y 18 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal).
La Junta General de la Sala de lo Penal del Tribuna
l Supremo, celebrada el día
30  de  abril  de  1999,  se  examinó  el  término  " genera
lidad de personas "  como
criterio de atribución de la competencia a la Audie
ncia Nacional. En dicho Pleno
se acordó que " la exigencia de generalidad de pers
onas en el territorio de más
de  una Audiencia ha  de  ser  interpretada  finalística
mente,  en  función  de  las
posibilidades de instrucción, valorando la trascend
encia económica, así como la
necesidad de una jurisdicción única sobre todo el t
erritorio para evitar dilaciones
indebidas ".
El  auto  de  la  Sala  de  lo  Penal  del  Tribunal  Supremo
  de  22/4/99  ,  sienta  la
siguiente  doctrina: "
Ante  todo  ha  de  decirse  que  el  término  "defraudacio
nes"
empleado  en  la  Ley  Orgánica  del  Poder  Judicial debe
  ser  interpretado  en  un
sentido  material  (conductas  que  causan  daño  patrimo
nial  por   medio  del
engaño,  el  fraude  o  el  abuso  del  derecho  penalmente
  tipificadas)  y  no
estrictamente  formal,  referido  únicamente  a  las  fig
uras  delictivas  incluidas  por
el  legislador  bajo  dicha  rúbrica.  A  este  respecto,
debe  destacarse  que  en
el  Código  Penal   (  RCL  1995,  3170  y  RCL  1996,  777)
   vigente  no  han  sido
recogidos, bajo la indicada rúbrica, los mismos tip
os penales que lo estaban en
el  Código  derogado  que  era  el  vigente  en  el  momento
  de  la  promulgación  de
dicha  Ley  Orgánica.  Las  exigencias  de  que  las  defra
udaciones  tengan  o
puedan tener una grave repercusión en la economía n
acional, o que afecten a
una generalidad de personas en el territorio de más
 de una Audiencia, como se
deduce de la conjunción utilizada en el Texto Legal
 son meramente disyuntivas;
de  ahí  que  sea  suficiente  la  concurrencia  de  uno  de
  tales  presupuestos  para
que      deba      reconocerse      la competencia de      la Audiencia
 nacional,      y
consiguientemente de los Juzgados Centrales de Inst
rucción
" .
 TERCERO.-
 El artículo 312 de la Ley de Enjuiciamiento Crimin
al establece que:
“Cuando se presentare querella, el Juez de instrucc
ión, después de admitirla si
fuere procedente, mandará practicar las diligencias
 que en ella se propusieren,
salvo  las  que  considere  contrarias  a  las  leyes,  o  i
nnecesarias  o  perjudiciales
para el objeto de la querella, las cuales denegará
en resolución motivada”. Por
su  parte,  el  artículo  313  LECrim  únicamente  autoriz
a  la  desestimación  de  la
querella “cuando los hechos en que se funde no cons
tituyan delito, o cuando no
se  considere  competente  para  instruir  el  sumario  ob
jeto  de  la  misma”.  De
conformidad con la jurisprudencia ,por todas, STS d
e 12 de noviembre de 2012,
en consecuencia, el auto por el que se resuelva sob
re la admisión a trámite de
la  querella  habrá  de  ser  una  resolución  judicial  po
r  la  que  se  atribuye  a  una
persona  determinada  y  nominada,  su  presunta  partici
pación  en  un  hecho  que
puede ser constitutivo de delito o falta; y al  mism
o tiempo, la motivación de tal
resolución  judicial  habrá  de  limitarse  “a  un  juicio
  de  verosimilitud  sobre  la
calificación  delictiva  de  los  hechos  denunciados  y
su  presunta  atribución  al
querellado  o  denunciado,  sin  que  en  tal  momento  pro
cesal  puedan  llevarse  a
cabo mayores explicaciones ni probanzas, en tanto d
icha resolución judicial es
precisamente la que abre la investigación judicial”
.
CUARTO.-
  Por  todo  lo  cual,  en  atención a  lo  expuesto  y  haci
endo  suyos,  este
Juzgado,  los  fundamentos  íntegros  del  dictamen  del
Ministerio  Fiscal  que
quedan   incorporados   a   la   presente   resolución,   proce
de   DECLARAR   LA
COMPETENCIA de este Juzgado Central para conocer de
 los hechos a que se
refieren las querellas reseñadas en los antecedente
s fácticos primero y tercero
de esta resolución.
QUINTO.
- Por lo que respecta al ejercicio de la acción pop
ular, conviene recordar
cómo
dispone el artículo 101 de la Ley de Enjuiciamiento
 Criminal que la acción
penal es
pública,  añadiendo  a  continuación  que  "
todos los españoles podrán
ejercitarla   con   arreglo   a   las  disposiciones  de  la  L
ey
".   Encontramos   estas
disposiciones  en  los  artículos  270  y
siguientes  de  la  LECrim.,  de  modo  tal,
que para poder ejercitar el derecho de la
acción popular señalada se exige la
presentación de querella,  con los requisitos
establecidos en  el artículo 277  y
la prestación de fianza en la cuantía que se fijare
para poder responder de las
resultas  del  juicio,  conforme  al  art.  280  LECrim.  Y
únicamente  tras  el
cumplimiento  de  los  requisitos  mencionados  se  adqui
ere  la
condición  de
parte   procesal,   que   es   la   que   permitiría,   en   tal   ca
so,   la   válida
personación en las actuaciones, con todos los efect
os legales.
SEXTO
.-
En lo que respecta a la fianza que habrá de
prestar el querellante y
a  cuya  declaración  de
suficiencia quedará condicionada la condición de pa
rte
del  querellante  en  el  presente  procedimiento,  ha  de
  señalarse    que
   la
obligación  impuesta  al  particular  de  prestar  fianza
  tiene  la  finalidad  de
"responder de las resultas del juicio". Por su part
e según el artículo  20.3 de
la  Ley  Orgánica  del  Poder  Judicial,  "no  podrán  exig
irse  fianzas  que  por  su
inadecuación impidan el ejercicio de la acción popu
lar".
Las    "resultas    del    juicio"    vienen    constituidas,    por
las    eventuales
responsabilidades  pecuniarias  que  pudieran  derivars
e  para  los  querellantes.
Es  decir,  ha  de  valorarse  la  posible  imposición  de
costas  en  caso  de  que  el
querellante  sea  finalmente  el  único  que  ejerza  la  a
cción  penal  (SSTS  361
/1998,   de   16-3-1998   y   899   /2007,   de   31-10-2007)   o   s
e   aprecie
temeridad  o  mala  fe  en  virtud  del  art.  240.3  de  la
LECrim.  (STS  682
/2006,  de  25-6-2006),  y  además,  en  el  presente caso
, el delito no es de los
que  afectan  a  los  denominados  "intereses  difusos"  r
especto  a  los  cuales  sí  se
excluye  la  imposición  de  costas,  por  ejemplo  en  del
itos  contra  el  medio
ambiente (STS 1318 /2005, de 17-11-2005) .
Por  otra  parte,  la  fianza  ha  de  ser  proporcionada  a
  las  circunstancias
personales y al  interés del querellante (STC 147 /1
985, de 29-10) Por ello
habrá de tenerse en cuenta si el  delito es de los q
ue afectan a la colectividad
en   general   o   a   los   intereses   propios   del   querellant
e,   un   sindicato   de
funcionarios  públicos,  o  si  por  el  contrario,  se  tr
ata  de  un  delito  de  ámbito
más reducido y que es ajeno al querellante.
Ha de hacerse mención a la doctrina del Tribunal Co
nstitucional sentada en
Sentencias 62/1983, 113/1984 y 147/1985, sobre la e
xigencia de respetar
el
principio  de  "proporcionalidad"  en  la  interpretació
n  del  requisito  procesal
exigido
para el acusador popular en el artículo 280 LECrim.
La STC 50/1998, de 2 de marzo, resume la jurisprude
ncia constitucional en
la
materia.  Así,  comienza  señalando  que  "
El  derecho  a  mostrarse  parte  en  un
proceso penal  mediante  el  ejercicio  de  la  acción  po
pular,  manifestación  de  la
participación  ciudadana  en  la  Administración  de  Jus
ticia,  cuenta  con  un
profundo  arraigo  en  nuestro  ordenamiento.  Ya  fue  ob
jeto  de  un  expreso
reconocimiento  en  la  Ley  de  Enjuiciamiento  Criminal
  de  14  de  septiembre  de
1882.  En  esta  misma  línea,  la  Constitución  de  1978
quiso  reforzar  dicho
derecho  y  para  ello  le  dio  carta  de  naturaleza  en  e
l  Título  VI,  dedicado
sistemáticamente   al   Poder   Judicial   (art.   125)   .   Son
   ya   varios   los
pronunciamientos  de  este  Tribunal  que,  desde  perspe
ctivas  distintas,  ha  ido
elaborando  un  cuerpo  de  doctrina  en  relación  con  la
s  cuestiones  que  pueden
suscitarse al relacionar los  arts.  125  C.E  .  y  280
L.E  .Crim.  con  el  art.  24
.1  también  de  la  Constitución  (SSTC  6 2 / 1 9 8 3 ,   1 1 3 / 1 9
8 4 ,   1 4 7 / 1 9 8 5 , 
2 0 2 / 1 9 8 7 ,   3 4 / 1 9 9 4 ,   3 2 6 / 1 9 9 4   y   1 5 4 / 1 9 9 7 )   .   E n   l o   rel
ativo  a  la
legitimación,  que  procede  examinar  con  carácter  pre
vio,  dijimos  en  la
Sentencia  34/1994  que  "no  hay  razón  que  justifique
una  interpretación
restrictiva  del  término  ciudadano  previsto  en  el  ar
t.  125  C.E  .  y  en  las
normas  reguladoras  de  la  acción  popular  (STC  241/19
92)  .  Por  tanto,
no  sólo  las  personas  físicas,  sino  también  las  pers
onas  jurídicas,  se
encuentran   legitimadas   para   mostrarse   parte   en   el   p
roceso   penal   como
acusadores populares
".
Y seguidamente, en lo que respecta al requisito de
la exigencia de fianza para
la  acusación  popular,  establece  la  STC  50/1998  que
"La  exigencia  de  una
fianza  para  el  ejercicio  de  la  acción  penal,  que  se
  impone  a  quien  no  resulta
directamente ofendido por el delito que  trata de pe
rseguir (arts. 280 y 281 L.E
.Crim.),  no  es  en  sí  misma  contraria  al  contenido  e
sencial  del  derecho,
pues   no   impide   por   sí   misma   el   acceso   a   la   jurisdic
ción   (SSTC
62/1983,  113/1984,  147/1985)  siempre  que  su  cuantía
,  en  relación  a  los
medios  de  quienes  pretenden  ejercitarla,  no  impida
ni  obstaculice  gravemente
su ejercicio, pues ello conduciría en la práctica a
 la  indefensión  que  prohíbe  el
art.  24  .1  C.E  .  "No  compete  a  este  Tribunal  la  sus
titución  de  los  órganos
de  la  jurisdicción  ordinaria  en  la  fijación  de  la  c
uantía  [de  la  fianza],
limitándose  su  función  al  control  de  la  arbitraried
ad  e  irracionalidad  de  la
decisión  judicial.  Sin  embargo,  ni  siquiera  con  dic
ho  alcance  este  Tribunal
puede entrar  a  debatir  si  la  cuantía  de  la  fianza  f
ijada  impide el  acceso a  la
jurisdicción"  (STC  326/1994)  .  Sin  embargo,  "sí  pos
eería  transcendencia
constitucional  la  cuestión  que  plantea  la  racionali
dad  de  la  cuantía  de  la
fianza   impuesta,   pues   c o m o    y a    a p u n t a b a    e s t e    T r i b u n a
l    ( S S T C 
6 2 / 1 9 8 3 ,   1 1 3 / 1 9 8 4   y   1 4 7 / 1 9 8 5 )   d e   s e r   desproporciona
da en relación a
los medios de quienes pretendan interponer querella
, se impediría u obstaculizaría
gravemente su ejercicio lo que podría conducir en l
a práctica a la indefensión
que  prohíbe  el  art.  24  .1  C.E  .".  En  resumen,  debem
os  insistir  en  nuestra
doctrina según la cual la  concreta ponderación de l
a fianza no corresponde
a  este  Tribunal,  como  tampoco  la  de  las  circunstanc
ias  económicas  del
recurrente  a  los  efectos  de  determinar  los  límites
en  que  deba  exigirse.  En
definitiva, se trata de una cuestión de hecho que l
os Tribunales deben resolver
con   arreglo   a   criterios   de   legalidad,   correspondién
donos   únicamente
apreciar  si  la  fianza  exigida  es  o  no  gravemente  de
sproporcionada  al  punto
de  determinar  el  derecho  fundamental  invocado  por  m
erecer  la  calificación  de
arbitraria o manifiestamente irrazonable
".
En  la  misma  línea  anteriormente  apuntada,  y  por  lo
que  respecta  al  ámbito
de  esta  Audiencia  Nacional,  puede  citarse  a  modo  de
  ejemplo  el  Auto  de  la
Sección
4ª,  Sala  de  lo  Penal,  de  17  de  abril  de  2013,  que  s
eñala
"que el
artículo 125 de la  Constitución  y  el  artículo  101  d
e  la  Ley  de  Enjuiciamiento
Criminal  permiten  la  intervención  en   el  proceso  pen
al  de  la  acusación
popular, pero  siempre  que  cumpla  las exigencias  for
males  de  la presentación
de querella (artículo 270 de la Ley de Enjuiciamien
to Criminal ) y que,
cuando
no  les  afecten  las  circunstancias  previstas  en  el  a
rtículo  281  de  la  Ley  de
Enjuiciamiento   Criminal,   presten   fianza   en   cuantía
razonable   que   no
implique  en  la  práctica  la  imposibilidad  de  su  cump
limentación  (artículo
280 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal)".
SEPTIMO.-
   En   consecuencia,   tomando   en   consideración   la   doctr
ina
jurisprudencial
anteriormente expuesta, ponderando los intereses en
 conflicto,
resulta  procedente
que  en  el  presente  caso,  atendidos  los  hechos  objet
o
del  procedimiento,  la  fijación  de  la  cuantía  en  que
habrá  de  constituirse  la
fianza necesaria para la adquisición de la condició
n de parte en el pretendido
ejercicio  de  la  acusación  popular
deba  ser,  en  todo  caso,  de  suficiente
entidad  como  para  garantizar  un  correcto
ejercicio  de  la  referida  posición
procesal  tomando  además  en  consideración,  en
términos   de   las   SsTC
62/1983  y  50/1998,  que  no  concurre  en  este  caso  en
las
asociaciones
querellantes  un  interés  legítimo  y
personal  adicional  a  la  defensa  del
interés  común,  que  pudiere  legitimar  la
protección  en  amparo  del  derecho
del  acusador  popular-,  si  bien,  al  objeto  de  no
infringir  lo  dispuesto  en  el  art.
20.3   LOPJ   y   jurisprudencia   anteriormente   citada,   y
de   no   impedir   la
efectividad del derecho a la tutela judicial recono
cido en el artículo
24.1 CE, se
estima  procedente  fijar  la  misma  en  la
suma  de  5.000  euros
  (  cinco  mil
euros)  que
habrá  de  constituirse  en  el  plazo  de  los  diez  días
siguientes  a  la
notificación  de  la
presente  resolución,  respondiendo  de  esta  forma  la
cuantía señalada a las
exigencias de moderación y de facilitación de acces
o a
la  jurisdicción  que  contempla
nuestra  legislación  reguladora  de  la  acción
popular (Auto del Tribunal Supremo de
19 de febrero de 2013).
OCTAVO.-
  El  artículo  113  de  la  Ley  de  Enjuiciamiento  Crimin
al  dispone  que
podrán  ejercitarse  expresamente  las  acciones  por  un
a  misma  persona  o  por
varias;  pero  siempre  que  sean  dos o  más  las  persona
s por  quienes  se  utilicen
las acciones derivadas de un delito o falta lo veri
ficaran en un sólo proceso y, si
fuere posible, bajo una misma dirección y represent
ación, a juicio del Tribunal.
NOVENO.-
  En  relación  al  precepto  anteriormente  transcrito,
ha  de  señalarse
que  las  SSTC  30/1981  y  193/1991,  tras  afirmar  que  e
l  art.  113  LECr.  viene  a
reforzar el derecho a un proceso sin dilaciones ind
ebidas, se indica también que
"...  al  mismo  tiempo,  al  configurar  -tal  precepto-
un  litisconsorcio  necesario
impropio  cuando  sea  posible,  puede  afectar  negativa
mente  al  derecho  a  la
defensa y asistencia de Letrado, también constituci
onalizado en el art. 24,2 CE.
Por  ello,  la  facultad  de  apreciación  contenida  en  e
l  art.  113  LECr.  no  puede
entenderse  como  enteramente  discrecional,  pues  habr
á  de  tener  presente  los
dos  principios  constitucionales  que  han  de  ser  conc
iliados:  el  derecho  a  la
defensa  y  asistencia  de  Letrado  y  el  derecho  a  un  p
roceso  sin  dilaciones
indebidas. De aquí que el presupuesto jurídico inde
terminado "si fuere posible"
haya de traducirse en algo más que una necesaria au
sencia de incompatibilidad
entre las distintas partes que ejercen la acción pe
nal o civil derivada del delito -
requisito mínimo-; es preciso una suficiente conver
gencia de intereses, e incluso
de  puntos  de  vista,  en  la  orientación  de  la  actuaci
ón  procesal  que  haga
absolutamente inútil la reiteración de diligencias
instadas o actos realizados por
sus respectivas representaciones y asistencias letr
adas.
Por  todo  ello,  la  cuestión  esencial  se  traslada  en
este  caso  al  examen  y
determinación   de   si,   en   efecto,   concurre   en   el   pres
ente   caso   aquella
"convergencia  de  intereses  y  puntos  de  vista"  en  la
  actuación  procesal  de  las
partes,  a  las  que,  en  aplicación  de  la  previsión  co
ntenida  en  el  art.  113  de  la
L.E.Criminal,    se  puede    imponer  la  carga  procesal
de  litigar  conjuntamente  -
bajo  una  misma  dirección  letrada  y  representación-
que  la  anterior  parte  ya
personada; porque si se da tal condición, el sacrif
icio de su derecho de defensa,
que indudablemente resulta limitado, será proporcio
nado a la finalidad a la que
tiende  la  norma:  salvaguarda  de  las  dilaciones  inde
bidas  que  no  es  posible,  ni
aun necesario, proteger de otro modo.
Aquella convergencia de intereses y puntos de vista
 en la actuación procesal se
da en las presentes diligencias, pues, de una parte
, tratándose del ejercicio de
acción popular -no de acusación particular- la conv
ergencia de intereses y fines
es  evidente  y  estriba  en  que  "se  haga  o  imparta  jus
ticia",  es  decir,  se  trata  de
una  finalidad  de  carácter  genérico  y  no  individuali
zado  o  singular;  y,  de  otra
parte, en que del examen de los escritos de persona
ción presentados, se infiere
que  todas  ellas  presentan  un  objeto  único  y  una  leg
itimación  común:  “  la
defensa de las personas y entidades frente a agresi
ones del poder público o de
particulares,      lucha   contra   delitos   de   lesa   humanid
ad,   genocidio,   tortura,
crímenes    de    guerra  y  desaparición  forzada  de  pers
onas  ...,  que  no  se  ha
demostrado   en   qué  pueden   escindirse;   sin   que   tampoc
o,  finalmente,   las
diferentes motivaciones, intereses o fines que pers
iga cada una de las personas
o entidades que ejercitan la acción popular adquier
a relevancia a estos efectos,
pues,  tratándose  en  todos  los  casos  de  acusación  po
pular,  no  cabe  hablar  de
fines  distintos  que  el  común  a  todos  ellos:  que  se
actúe  el  "ius  puniendi"  del
Estado. Ciertamente, cuando la acción penal se ejer
cita por varias acusaciones
populares,  esto  es,  por  personas  o  entidades  en  las
  que  no  concurre  la
condición  de  perjudicados  u  ofendidos  por  el  delito
  ,  y  que,  por  tanto,  no
ejercitan  acciones  civiles  derivadas  de  la  infracci
ón  penal,  puede  admitirse,  en
principio,  una  mayor  facilidad  para  que  exista  la  c
onvergencia  de  intereses  a
que venimos haciendo referencia; pues obvio es que
la eventual reclamación de
perjuicios concretos por parte de los ofendidos por
 la infracción puede dar lugar,
en  mayor  medida,  a  una  divergencia  de  intereses  y  a
ctuaciones  procesales
entre   estos   últimos   y   los   primeros   que   cuando   la   ac
ción   ejercitada   es
únicamente de índole penal, cual sucede en el prese
nte caso.
En  realidad,  ante  la  inconcreción  y  generalidad  del
  precepto  -y  en  tanto  no  se
produzca   la  necesaria   reforma   legislativa   que   racio
nalice   y   prevenga   los
potenciales  abusos  en  el  ejercicio  de  la  acción  pop
ular-  serán  las  concretas
circunstancias  que  concurran  en  cada  caso  las  que  h
abrán  de  determinar  su
correcta  interpretación  y  aplicación  por  el  órgano
judicial  y  no  solamente  la
naturaleza de la acción penal ejercitada, y en este
 caso concreto, se evidencia
o,  cuando  menos,  se  infiere  la  similitud  de  objeto
y  sujeto  en  las  acusaciones
populares personadas; esto es, la semejanza de hech
os denunciados, personas
contra  la  que  se  dirige  la  acción  penal  e,  incluso,
  calificación  jurídica  de  la
conducta  enjuiciada.  Si  a  ello  se  añade  la  ausencia
  de  reclamaciones  por
perjuicios concretos, que no pueden existir en quie
n no ostenta la condición de
perjudicado por el delito, forzoso será concluir qu
e en este caso en particular ,
que es el que ahora interesa, la convergencia de in
tereses a que hace alusión la
doctrina del Tribunal Constitucional ,se encuentra
suficientemente justificada.
DÉCIMO.-
 Por todo ello, aquella "convergencia de intereses"
 en que, según se
señaló  en  las  SSTC  30/1981  y  193/1991,  se  asienta  l
a  justificación  necesaria
para  que  el  derecho  de  defensa  y  asistencia  de  Letr
ado  de  una  de  las  partes
personadas se vea limitado concurre en este supuest
o y legitima, en efecto, la
aplicación del repetido art. 113 de la Ley Procesal
 Criminal.; como quiera que, al
propio  tiempo,  es  notoria    la  quiebra  del  derecho  a
  no  padecer  dilaciones
indebidas en la causa que se produciría como consec
uencia de la pluralidad de
partes  personadas  si  éstas  actuasen  separadamente  y
  no  bajo  una  misma
defensa y representación, ha de concluirse, en suma
, que procede la admisión
del ejercicio de la acción popular de las entidades
 SINDICATO COLECTIVO DE
FUNCIONARIOS        PÚBLICOS        MANOS        LIMPIAS,        ASOCIACION
INTERNACIONAL  ANTIFRAUDE  PARA  LA  DEFENSA  DE  AFECTAD
OS  POR
MOTORES    VOLKSWAGEN    Y    OTROS    y    de    la    ASOCIACION    DE
PERJUDICADOS POR ENTIDADES FINANCIERAS, además de l
a fianza a que
se  ha  hecho  referencia  en  el  fundamento  jurídico  sé
ptimo,  a  que  dichas
acciones    populares    se    ejerciten    bajo    la    misma    direc
ción    letrada    y
representación procesal .
UNDÉCIMO.-
    El  art.  24,  apartado  2º  de  la Constitución  Españo
la  establece  el
derecho a la utilización de los medios de prueba pe
rtinentes para la defensa. El
Tribunal  Constitucional  reconoce  que  la  admisión  de
  los  medios  de  prueba
corresponde   en   todo   caso   a   los   Tribunales   Ordinario
s,   quienes   deberán
pronunciarse sobre su pertinencia (STC 52/1989), de
clarando que el derecho al
empleo   de   los   medios   de   prueba   pertinentes   no   confi
gura   un   derecho
constitucional absoluto e incondicionado a que se p
ractiquen todas las pruebas
propuestas  por  las  partes,  ni  desapodera  al  Juez  de
  su  derecho  a  enjuiciar  la
pertinencia  para  la  solución  del  asunto  de  las  prue
bas  que  se  solicitan  y  a
ordenar  la  forma  en  que  deban  ser  practicadas  (STC
22/1990,  de  15-febrero). 
Sobre la idea de pertinencia se sobrepone, en últim
o término, la de  necesidad,
entendida  la  primera  en  sentido  material,  como  rela
ción  que  guardan  las
diligencias de investigación y  pruebas  con el tem
a objeto del proceso, juicio de
oportunidad o adecuación, en tanto que la necesidad
 se liga a lo indispensable
o  forzoso,  de  tal  forma  que  deviene  obligada  la  rea
lización  de  determinadas
pruebas/ diligencias a fin de evitar que pueda caus
arse indefensión.
Las diligencias interesadas por el Ministerio Fisca
l en su informe de fecha 15 del
mes   actual   se   refieren   a   cuestiones   de   absoluta   tra
scendencia   para   el
esclarecimiento de los hechos  y se estiman pues pe
rtinentes y necesarias a los
fines de las presentes diligencias que son los que
se indican, entre otros, en los
arts. 13, 299 y 777 de la Ley de Enjuiciamiento Cri
minal por lo que conforme se
previene  en  los  artículos  311,  312  y  concordantes  d
e  la  citada  norma  procede
acceder a su práctica en el modo y forma que se ind
icará en la parte dispositiva
de esta resolución.
DUODÉCIMO.-
Previene el art.119 de la Ley Procesal que cuando d
e acuerdo
con  lo  dispuesto  en  el  artículo  118  de  la  misma  Ley
,  haya  de  procederse  a  la
imputación  de  una  persona  jurídica,  se  practicará  c
on  ésta  la  comparecencia
prevista en el artículo 775, con las siguientes par
ticularidades: a) La citación se
hará  en  el  domicilio  social  de  la  persona  jurídica,
  requiriendo  a  la  entidad  que
proceda a la designación de un representante, así c
omo Abogado y Procurador
para  ese  procedimiento,  con  la  advertencia  de  que,
en  caso  de  no  hacerlo,  se
procederá   a   la   designación   de   oficio   de   estos   dos   ú
ltimos.   La   falta   de
designación  del  representante  no  impedirá  la  sustan
ciación  del  procedimiento
con el Abogado y Procurador designado. b) La compar
ecencia se practicará con
el  representante  especialmente  designado  de  la  pers
ona  jurídica  imputada
acompañada  del  Abogado  de  la  misma.  La  inasistencia
  al  acto  de  dicho
representante determinará la práctica del mismo con
 el Abogado de la entidad.
c)  El  Juez  informará  al  representante  de  la  persona
  jurídica  imputada  o,  en  su
caso,  al  Abogado,  de  los  hechos  que  se  imputan  a  és
ta.  Esta  información  se
facilitará por escrito o mediante entrega de una co
pia de la denuncia o querella
presentada.  d)  La  designación  del  Procurador  sustit
uirá  a  la  indicación  del
domicilio   a   efectos   de   notificaciones,   practicándos
e   con   el   Procurador
designado todos los actos de comunicación posterior
es, incluidos aquellos a los
que esta Ley asigna carácter personal.  

PARTE DISPOSITIVA
SE   DECLARA   LA   COMPETENCIA
   de   este   Juzgado   Central   para   el
conocimiento de los hechos  a que se refieren las p
resentes diligencias.
A los efectos prevenidos en el art. 118, 119, 775 y
 concordantes de la L.E.Criminal,
notifíquese  al  Grupo  Volkswagen  la  iniciación  de  es
te  procedimiento  penal,  con
requerimiento  para  la  designación  de  una  persona  qu
e  la  represente,  así  como
Abogado  y  Procurador,  señalándose  para  la  práctica
de  la  indicada  diligencia  el
próximo
dia  10  de  Noviembre  a  las  10.30  horas  en  la  sede  de
  este  Juzgado,
expidiéndose la cédula  de citación correspondiente
.
Recábese  del    Ministerio  de  Industria,  Energía  y  Tu
rismo,  la  totalidad  de  la
información       que       haya       podido       reunir       hasta       el       momento
acerca    de    los    hechos  investigados,    con    inclusi
ón    del      dictamen    de      la 
Agencia Medioambiental de los EEUU (EPA), informe  a
cerca  de  dictámenes
periciales  que  ,en  su  caso,  se  hayan  efectuado  en  c
orroboración  del
dictamen  de la EPA e informes  que  haya  recibido  sob
re  la  materia  del  Grupo
Volkswagen  y entidades involucradas.
Interésese   del   Ministerio   de   Agricultura,   Alimentac
ión   y   Medio   Ambiente   los
dictámenes     periciales     que,     en     su     caso,     se     hayan     rea
lizado
sobre  los  vehículos  supuestamente  manipulados  al  ob
jeto  de  determinar  su
grado de emisiones nocivas. 
Requiérase al Grupo Volkswagen a fin de que remita
a este Juzgado la totalidad de
los  comunicados  oficiales  emitidos  acerca  de  este  a
sunto,  relación  en  formato
digital  Excel  o  similar  de  los  vehículos  afectados
vendidos  en  España,  el
organigrama del grupo en España con especificación
de funciones vinculadas
a   los   hechos   y   determinación   del   personal   responsab
le   del   mismo,   la
identificación  de  la  empresa  a  la  que  se  encargó  la
  fabricación  del  software,
informe   acerca   de   la   instalación   del   citado   program
a   informático,   con
especificación  del  departamento  encargado  de  ello  e
n  España  ,  informe 
acerca  de    las  medidas  adoptadas,  en  su  caso,  para
la    subsanación  del
perjuicio  causado  e  informe  relativo  a  las  medidas
de  control  y  supervisión
que, en su caso,  hubieran dispuesto para  su preve
nción con  anterioridad  a 
la  comisión  de   los  hechos.  
Líbrese  comunicación  a  la  Fiscalía  General  del  Esta
do  a  fin  de  que,  ante  la
eventualidad    de    que    alguna    Fiscalía    especializada/F
iscal    especialista
estuviera/n practicando diligencias de investigació
n por los hechos indicados, se
proceda, en su caso, conforme a lo establecido en e
l art  773 de la LECR y 5 del
EOMF. 
Se condiciona el ejercicio de la acción popular en
las presentes diligencias por parte
del   SINDICATO   COLECTIVO   DE   FUNCIONARIOS   PÚBLICOS   MA
NOS
LIMPIAS,   de   la   ASOCIACION   INTERNACIONAL   ANTIFRAUDE
PARA  LA
DEFENSA DE AFECTADOS POR MOTORES VOLKSWAGEN Y OTROS
,  y de
la  ASOCIACION  DE  PERJUDICADOS  POR  ENTIDADES  FINANCI
ERAS,  a  la
constitución,  por  cada  una  de  ellas,  de  fianza  en  c
ualquiera  de  las  formas
admitidas en Derecho, por la suma de
5.000 € ( cinco mil euros)
en el plazo de
diez  días  hábiles  computados  desde  la  notificación
del  presente  auto  y  a  que
dichas  acciones  populares  se  ejerciten  bajo  la  mism
a  dirección  letrada  y
representación procesal

Requiérase  a  la  Procuradora  Sra.  Sánchez  Ridao  a  fi
n  de  que  en  el  plazo  de
diez días acredite documentalmente la condición de
perjudicado de D. Leopoldo
Mascarell  Sanchís,  toda  vez  que  no  se  aporta  el  con
trato  de  compra  del
vehículo  a  la  entidad  “Motorsol”  a  que  se  refiere  e
n  el  expositivo  4º-A-5  del
escrito de querella.
Esta  resolución  no  es  firme  y  frente  a  ella  cabe  re
curso  de  reforma  ante  éste
Juzgado,  que  ha  de  interponerse  en  el  plazo  de  TRES
  DIAS.  El  recurso  de
apelación   podrá   interponerse   subsidiariamente   con   e
l   de   reforma   o   por
separado. En ningún caso será necesario interponer
previamente el de reforma
para presentar la apelación. El recurso de apelació
n se presentará dentro de los
CINCO  días  siguientes  a  la  notificación  del  auto  re
currido  o  del  resolutorio  del
recurso de reforma.
Así lo acuerda, manda y firma D. ISMAEL MORENO CHAM
ARRO, Magistrado
Juez del Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la
Audiencia Nacional.
DILIGENCIA.-
 Seguidamente se cumple lo mandado, doy fe


002
MADRID
NIG: 28079 27 2 2015 0002611
DILIGENCIAS PREVIAS PROC. ABREVIADO  0000091 /2015
002
MADRID
NIG: 28079 27 2 2015 0002611
DILIGENCIAS PREVIAS PROC. ABREVIADO  0000091 /2015

0 件のコメント:

コメントを投稿